Acciòn de la Oraciòn. Allan Kardec
La oraciòn es una invocaciòn; por ella nos ponemos co el pensamiento en relaciòn con el ser a quien nos dirigimos. Puede tener por objeto suplicar, dar gracias o glorificar. Se puede orar para si mismo, para otro, para los vivos y para los muertos.
Las oraciones dirigidas a Dios son oìdas por los espìritus encargados de la ejecuciòn de su voluntad, y las que se dirigen a los buenos espìritus son transmitidas a Dios. cuando se ruega a otros seres y no a Dios, s`lo es con el tìtulo de intermediarios, de intercesores, porque nada puede hacerse sin la voluntad de Dios.
El espiritismo hace comprender la acciòn de la oraciòn, explicando el modo de transmitir el pensamiento, ya sea que el ser a quien se ruega venga a nuestro llamado, o que nuestro pensamiento llegue a èl.
Para formarse una idea de lo que sucede en esta circunstancia, es menester representar a todos los seres encarnados y desencarnados, sumergidos en un fluìdo universal que ocupa el espacio, como aquì lo estamos en la atmòsfera. ese fluìdo recibe una impulsiòn de la voluntad; es el vehìculo del pensamiento, como el aire lo es del sonido, con la diferencia de que las vibraciones del aire estàn circunscritas, mientras que las del fluìdo universal se extienden hasta el infinito.
Luego cuando el pensamiento se dirige hacia un ser cualquiera que està en la Tierra o en el espacio, del encarnado al desencarnado o del desencarnado al encarnado, se establece una corriente fluìdica entre los dos, la cual transmite el pensamiento como el aire transmite el sonido.
Para formarse una idea de lo que sucede en esta circunstancia, es menester representar a todos los seres encarnados y desencarnados, sumergidos en un fluìdo universal que ocupa el espacio, como aquì lo estamos en la atmòsfera. ese fluìdo recibe una impulsiòn de la voluntad; es el vehìculo del pensamiento, como el aire lo es del sonido, con la diferencia de que las vibraciones del aire estàn circunscritas, mientras que las del fluìdo universal se extienden hasta el infinito.
Luego cuando el pensamiento se dirige hacia un ser cualquiera que està en la Tierra o en el espacio, del encarnado al desencarnado o del desencarnado al encarnado, se establece una corriente fluìdica entre los dos, la cual transmite el pensamiento como el aire transmite el sonido.
La energìa de la corriente està en razòn con la del pensamiento y de la voluntad. asì es como la oraciòn es oìda por los Espìritus en cualquier parte que se encuentren..." pag. 307 el Evangelio segùn el Espiritismo.
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