No interrumpas las manifestaciones de afecto a una persona querida sólo porque los otros lo juzgan inoportuno.
Consulta tu conciencia y no des oídos a las voces de envidia y de celos.
El cariño es el aceite que lubrica los engranajes de la vida, que ya es dura por sí misma.
La vida sin afectos es un infierno, un desierto sin oasis.
Conserva tu cariño, dedicándolo a las personas que amas.
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