NO PIERDAS TU SERENIDAD.
Cuando nos mueve la cólera, la salud se descontrola, los órganos se perturban y sufrimos terriblemente.
Si tu amigo te traiciona, si un familiar inventa una calumnia, si aquellos a quienes ayudaste cometen una injusticia, perdónalos.
Son personas enfermas: compadécelas.
Pero tú no pierdas la serenidad, no demuestres que estás ofendido.
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